Copita menstrual reutilizable, de uso intravaginal. Se usa para recolectar el flujo menstrual en vez de absorberlo. Al introducirla se crea un vacío entre los bordes de la copa y las paredes de la vagina, entregándote comodidad y protección hasta por 12 horas. Además, es una alternativa amigable con el medio ambiente ya que con una copita menstrual dejas de contaminar con más de 13.000 toallas y tampones durante tu vida.
Modo de uso:
1. Antes de usarla por primera vez hierve la copita en agua por 5 minutos para esterilizarla.
2. Lava bien tus manos y humedece un poco la copa o usa un lubricante en base de agua.
3. Busca una postura cómoda de pie, sentada o en cuclillas.
4. Presiona y dobla tu Mialuna. Sujétala firmemente lo más abajo que puedas manteniéndola doblada.
5. Relaja tu cuerpo y con una mano toma la copa y con la otra abre la apertura vaginal suavemente e inserta ahí tu Mialuna, empujándola hacia arriba y en dirección a tu espalda.
6. Una vez dentro, Mialuna debe quedar abierta y sellada al vacío y situada en la base de la vagina. El palito de la copa debe quedar justo en donde comienza tu canal vaginal.
7. Para asegurarte que quedó bien puesta y se generó el sellado al vacío, debes tirar del palito y si sientes que tu Mialuna no cede y está apretada, entonces ha quedado bien puesta.
ESPECIFICACIONES:
- Material: Silicona hipoalergénica de calidad médica, no porosa por lo que no acumula bacterias. Segura para uso interno, no libera residuos de pesticidas ni blanqueadores en tu cuerpo.
- Talla XS: 5,9 cm de largo, 3,9 cm de diámetro y 10 ml de capacidad de flujo. Recomendada para mujeres vírgenes, menarquia, menos de 30 años.
- Talla S: 7.5 cm de largo, 4 cm de diámetro y 15 ml de capacidad de flujo. Recomendada para menores de 30 años, sin hijos o con parto por cesárea.
- Talla M: 7.5 cm de largo, 4.5 cm de diámetro y 20 ml de capacidad de flujo. Recomendada para mayores de 30 años, con o sin hijos, y mujeres con parto normal
- Talla L: 7.7 cm de largo, 4.5 cm de diámetro y 26 ml de capacidad de flujo.
- Mantiene el flujo dentro del cuerpo, evitando su oxidación y los malos olores. El exterior de la vagina nunca entra en contacto con tu flujo, lo que te mantiene siempre limpia.
- Duración: hasta 15 años, pero se recomienda cambiarla cada 3 años.